El ex primer ministro Alexander Stubb, líder de Coalición Nacional, de centroderecha, ha ganado en la segunda vuelta de las presidenciales de Finlandia de este domingo frente al liberal del Partido Verde Pekka Haavisto. Según los datos provisionales del Ministerio de Justicia y con el 99,7% de las papeletas contadas, Stubb se ha impuesto por un estrechísimo margen, con el 51,6% de los apoyos, por un 48,4% de Haavisto. Stubb ha recibido los resultados con tono moderado: “Es el mayor honor de mi vida. La tarea de ser presidente de la República supera a la persona”, ha afirmado.
La votación marca una nueva era en Finlandia que, durante décadas, ha elegido presidentes para fomentar la diplomacia, en particular con la vecina Rusia, y ha optado por no unirse a alianzas militares para poder calmar las tensiones entre Moscú y la OTAN. Los finlandeses dieron un giro total a su política exterior y de seguridad y defensa tras la invasión rusa de Ucrania en 2022 y se unieron a la Alianza Atlántica en abril del año pasado.
El jefe de Estado en Finlandia tiene algunas funciones ejecutivas en el ámbito de la política internacional y de seguridad, en coordinación con el Gobierno de turno, que ahora es una coalición de conservadores y ultraderecha encabezada por el primer ministro Petteri Orpo, del mismo partido que Stubb. El presidente se ocupa de cuestiones vinculadas con países no comunitarios, como Rusia, China o Estados Unidos. Además, es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas y representa a Finlandia en las cumbres de la OTAN.
Stubb, de 55 años, fue jefe del Gobierno entre 2014 y 2015 y ha estado al frente de tres ministerios (Asuntos Europeos, Exteriores y Economía). Es percibido como un cosmopolita y ferviente europeísta por gran parte de la ciudadanía, y durante la campaña ha marcado distancias con la ultraderecha.
El nuevo presidente sustituirá a Sauli Niinisto, también de Coalición Nacional, que se retira tras agotar dos mandatos de seis años en los que se ganó el apodo de el susurrador de Putin por sus estrechos lazos con el líder ruso, antes de convertirse en uno de sus críticos más feroces. El sucesor de Niinisto tendrá un papel central en la definición de la política finlandesa hacia la OTAN.
Stubb y Haavisto eran los candidatos con más experiencia en política exterior y de defensa de los nueve que se presentaron en la primera vuelta de las elecciones del 28 de enero. El ex primer ministro ganó entonces con el 27,2% de los votos, por delante del ecologista, con el 25,8%. El ultraderechista Partido de los Finlandeses, segunda fuerza parlamentaria quedó lejos de pasar a la segunda vuelta. Su candidato, Jussi Halla-aho, presidente del Eduskunta (Parlamento), obtuvo el 19% de los votos.
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Ambos aspirantes son firmes partidarios de Ucrania que han adoptado una postura dura hacia Rusia en sus campañas. En una entrevista con Reuters el mes pasado, el líder de Coalición Nacional aseguró que no habrá pilar ruso en la política exterior de Finlandia: “Políticamente, no habrá relaciones con el presidente de Rusia o con los líderes políticos rusos y hasta que detengan la guerra en Ucrania”. Stubb es partidario de una profunda cooperación con la OTAN, como permitir el transporte de armas nucleares a través de suelo finlandés y situar algunas tropas de la Alianza permanentemente en Finlandia.
Rusia, que comparte con Finlandia 1.340 kilómetros de frontera, ha amenazado a Helsinki con represalias por su adhesión a la OTAN y a un acuerdo de cooperación en materia de defensa firmado con Estados Unidos en diciembre. Además de numerosos ciberataques de los que las autoridades finlandesas acusan al Kremlin, el Gobierno finlandés culpa al ruso de la llegada de cientos de solicitantes de asilo procedentes de Oriente Próximo y el Cuerno de África, y mantiene cerrados desde mediados de diciembre los ocho puestos fronterizos con el vecino.
Haavisto, exministro de Asuntos Exteriores en el Ejecutivo encabezado por la socialdemócrata Sanna Marin, entre 2019 y 2023, es líder histórico de la Liga Verde pero en esta ocasión —es la tercera vez que se presenta y que llega a la segunda vuelta— se ha presentado como independiente para ampliar su electorado. De 65 años y abiertamente gay, ha sido diplomático en la ONU y es conocido por su firmeza en la defensa los derechos humanos. Haavisto, uno de los artífices del rápido ingreso de Finlandia en la OTAN, ha defendido mantener la prohibición de tener armas nucleares en suelo finlandés y considera innecesario un despliegue permanente de tropas de la Alianza Atlántica en la actual situación de seguridad.
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