jack Ma, el fundador de Alibaba, ha sido durante mucho tiempo un símbolo del auge del espíritu empresarial privado en China; Xu Ming, fundador en 1992 del grupo inmobiliario Dalian Shide, ascendió en 2005 a la lista de Fortuna como el octavo hombre más rico del mundo; la fortuna de Xiao Jianhua, al frente del grupo Tomorrow Holding (energía, banca, seguros, inmobiliario), se estimó en 2016 en 5.100 millones de euros.
El primero, tras haber pronunciado el 24 de octubre de 2020 en el Bund Finance Summit de Shanghái veinte minutos de un discurso crítico contra las reticencias de los bancos estatales en presencia de Wang Qishan, expresidente del banco CCB y brazo derecho de Xi Jinping, vio nueve días después de la entrada en la Bolsa de Valores de Hong Kong del holding de su grupo, Ant Financial, la prohibición de este último por parte del presidente Xi Jinping. Luego, Jack Ma desaparece del radar durante un año. Reaparece exiliado en Europa, en Japón y finalmente en Tailandia. El 7 de enero de 2023 nos enteramos de que cedió el control de su holding. Xu Ming hizo su fortuna a raíz de Bo Xilai, el rival de Xi Jinping por el control del Partido Comunista Chino: fue arrestado en 2012 cuando cayó Bo Xilai y murió en prisión tres años después. Xiao Jianhua fue secuestrado en su hotel en Hong Kong por la policía china en enero de 2017; fue sentenciado en julio de 2022 por malversación de fondos y todos sus bienes fueron confiscados.
Economistas, medios de comunicación, políticos y círculos empresariales, si se les invita a celebrar el auge de la iniciativa empresarial privada en China o, por el contrario, a preocuparse por él, podrían leer las obras del historiador François Gipouloux, presentadas el 1oh febrero durante un seminario en la Escuela de Economía de París. El director de investigación del CNRS estudió tres redes de comerciantes chinos que operan entre los 16mi y el 19mi siglo. El primero, en la provincia costera de Fujian, controlaba el comercio marítimo con Japón y el sudeste asiático; el segundo, en la región de Huizhou, el comercio de sal en China central; el tercero, en Shanxi, transportando el dinero de los impuestos a Beijing desde todas las provincias del imperio.
¿Por qué las gigantescas fortunas obtenidas por estas redes sumamente eficientes y productivas, que compraban, transportaban y vendían gran parte de los excedentes agrícolas y de la producción artesanal rural, organizaban y financiaban los mercados de las grandes ciudades, fletaban trasatlánticos, no ¿No permiten que China compita con el capitalismo europeo nacido al mismo tiempo?
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