Análisis expresado | Andalucía, ¿el granero del PP o el agujero del PSOE?
Una de las cuestiones que se dilucidarán hoy es cómo se distribuyen territorialmente los diputados y senadores en las Cortes, el peso de cada partido en las comunidades autónomas. De las 15 elecciones generales celebradas desde 1977, el PSOE ha sido el más votado en 13 de ellas en Andalucía. Solo en dos ocasiones (2011 y 2016), el Partido Popular superó a los socialistas en votos y escaños al Congreso. Se entendió como un accidente en el recorrido siempre exitoso de la federación socialista andaluza que sus dirigentes explicaron como una cuestión de destino, sin analizar los síntomas del agotamiento del proyecto. En las contenidas en abril y noviembre de 2019, el PSOE volvió a ser el más votado: el granero, el fortín andaluz, volvió a sostener la victoria del entonces y ahora candidato, Pedro Sánchez.
Las dudas de que ese resultado pueda volver a repetirse son mayúsculas. No hay ni un líder socialista que en privado confirme que va a ganar al PP en Andalucía. Lo más, pronósticos basados en cosas sobrenaturales de origen divino, es decir, un milagro. Tampoco será necesario crear los datos de los últimos días que maneja la dirección federal que apuntarían tiene una situación ajustada. “No es que vayamos a ciegas. Es que después de los últimos patinazos no sé si creerme los datos, porque si la gente no va a votar…”, asegura a destacado directente andaluz. Asi estan las cosas.
Andalucía es la elige más disputada, un total de 61. Hace cuatro años, el PSOE sacó 25; 15 y PP; 12 voces; seis Unidas Podemos; y tres Ciudadanos. Entonces, la ultraderecha quedó con 7.293 votos del PP, al que superó en cuatro provincias, una situación que los populares descartan que vaya a repetir. El PP aspiraba a duplicar sus resultados, sacar una treintena de escaños y sustituir al PSOE como el mayor granero de votos del PP de Feijóo. Durante un año, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ha trabajado en ese objetivo. Primero ganó las elecciones andaluzas de junio de 2022 por mayoría absoluta; y 11 meses después el PP consolidó ese cambio político al imponerse como fuerza más votada en las municipales del 28 de mayo pasado y sumar al poder institucional de la Junta las alcaldías de las ocho capitales y las presidencias de seis diputaciones.
Una victoria de Feijóo pintaría de azul las sedes estatales en la comunidad, comenzando por la Delegación y subdelegaciones del Gobierno y organizaciones tan importantes como la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que regula el agua en Doñana, sobre la que pende una ley para ampliar regadíos en el entorno. Por el contrario, para el PSOE de Andalucía sería su tercera derrota consecutiva en 13 meses y ahondaría aún más en su ya débil situación, salvo, claro, que se produciría lo que ahora mismo parece un milagro.