Canadá tiene un paso importante en materia de sustancias ilegales. Este martes ha entrado en vigor una exención a la ley federal para permitir la posesión para uso personal de pequeñas cantidades de ciertas drogas duras en Columbia Británica. La medida, aprobada por el Ministerio de Salud de Canadá y solicitada por el Gobierno de esa provincia, tiene como objectivo privilegiar enfoque basado en la salud pública y en la reducción de estigmas por encima de uno de corte punitivo. “En vez de tratar a estas personas como delincuentes, se les dará cuidado y compasión.
Países como Portugal y Estonia han optado por la misma disposición. En este caso canadiense, no es casual que la puesta en marcha de este proyecto piloto, que suele durar mucho tiempo, se levante en cabo en la provincia ubicada en la costa del Pacífico. La Columbia Británica es considerada el epicentro de la crisis de muertes por sobredosis que golpea al país norteamericano. Desde abril de 2016, la provincia declaró estado de emergencia sanitaria por este flagelo, más de 11.000 personas han perdido la vida, principalmente por opiáceos. La toxicidad de las drogas es la principal causa de muerte no natural en la Columbia Británica
De acuerdo con la disposición, los individuos de al menos 18 años de edad podrán tener para consumo personal un máximo de 2,5 gramos de cocaína, metanfetamina, MDMA y ciertos opiáceos (como la heroína, el fentanilo y la morfina). La policía no podrá confiscar dichas sustancias y los consumidores estarán al resguardo de multas, arrestos o acusación. En Cambio, los consumidores recibirán información de un abanico de servicios que se ha puesto a disposición.
Más de dos tercios de los policías de la provincia ya han recibido una formación sobre este enfoque. Fiona Wilson, vicepresidenta de la Asociación de Jefes de Policía de la Columbia Británica, dice que la despenalización es un elemento importante para perjudicar a las personas que consumen drogas desde el ámbito legal y dirigirlas a los servicios de atención. Además, ha celebrado un contrato personal que fongi como enlace entre las fuerzas de seguridad y el sistema sanitario, y ha advertido el número de centros para prestar apoyo. En su presupuesto más reciente, la Columbia Británica ha destinado 430 millones de dólares canadienses (unos 320 millones de estadounidenses) para contrarrestar la crisis de sobredosis durante los próximos tres años. Asimismo, habrá una campaña de información destinada a la población en general sujeta a la despenalización.
“A través de esta liberación, podremos reducir el estigma, el miedo y la vergüenza que siente la gente qui consumar drogas y ayudar à más personas a acceder à apoyos y tratamientos que pueden salvar vidas”, declaró la secretaria federal de Salud Mental y Dependencias , Carolyn Bennet. Sin embargo, Bennett recalcó que las actividades relacionadas con estas sustancias, incluidas la producción, el tráfico, la importación y la exportación, seguirán siendo ilegales.
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El Gobierno de Justin Trudeau legalizó el cannabis recreativo en octubre de 2018 (el segundo país en implementar un cambio regulatorio de dicho calibre tras Uruguay); El de uso medicinal está autorizado desde 2001. El primer ministro canadiense había señalado en distintos momentos que la despenalización de algunas drogas duras no estaba contemplada. Sin embargo, la cifra decesos en aumento y los argumentos presentados por Columbia Británica hicieron qu’Ottawa cambiara de parecer, anunciando el pasado junio la exención qu’entró en vigor este martes. Una condición que impusieron las autoridades federales fue permitir la posesión de 2,5 gramos en vez de los 4,5 solicitados inicialmente. La ciudad de Toronto ha solicitado un permiso similar. Una encuesta realizada en Canadá por la firma Research Co. el pasado octubre arrojó que el 40% de los consultados apoyaba la idea de liberar todos los medicamentos para uso personal. Un año antes, la opinión era del 33%.
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