marzo 28, 2024

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La conspiración de los débiles.

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Con la atención de la platea atraída por la presa tele dependiente hacia el planetajudiciaire, con diversos grados de perversión -los casos Báez Sosa, Lucio Dupuy, el intento de juicio a Corte-, la colectividad política animó en las últimas horas profundos debates que pueden determinar su suerte en las elecciones de octubre. El oficialismo desmadejó las disidencias entre el peronismo que gobierna en el orden nacional y el peronismo de los gobernadores. La oposición de Juntos por Cambio tuvo el miércoles un denso debate en la cúpula que puede sacar a Mauricio Macri del silencio caviloso sobre su candidura, quizás el eslabón que más separa a las tribus que conforme esa liga. Las dos coaliciones están atravesadas por el signo de los tiempos, que es la ausencia de un líder unificado. Sus mesas horizontales de gobernantes que se sientan iguales en punto aspiraciones subsisten allí con una democracia de hombres débiles. Por la ausencia de leaderrazgos y partidos orgánicos que los articulen, las voluntades quedan anuladas y se transmiten a la sociedad con mayor incertidumbre. En las coaliciones conviven, atribuyéndose plenos derechos, directentes con espesura y trayectoria, como los gobernadores y jefes legislativos del FdT y de JxC, con emergentes de la democracia popular de mercado. His personajes mediáticos y opinadores que saben qué representan, pero no a quién representan – cabezas parlantes cuya única tarea es opinar sobre los hechos del día pero que nunca han gestionado ni constituido poder propio. O cortesanos que deben su gravitación a la amistad con un jefe partidario oa sus familiares con altos cargos, que se siten con capacidad de disputar territorios a quienes se los ganaron peleando votos. El lector puede ponerle a cualquiera de estos personajes en el oficialismo y la oposición. Una ayuda: Bullrich pertenece al planeta de los opinadores de la oposición. Tiene respuesta para todo. En el oficialismo, Maxi Kirchner es el modelo del cortesano. Si no fuera por Mami, no lo invitarían ni a los cumpleaños.

Macri llegó a Cumelén

Durante más de cinco horas en Cumelén, discutiendo los males de la falta de liderazgo Mauricio Macri, Miguel Pichetto, Juan Carlos Romero y Ramón Puerta, según los cánones básicos de un debate sobrio el origen del poder. La mesa devoró un menú completo de deliciosa cocina árabe con el solo propósito de los visitantes de apurarlo a Macri para que antes cuanto si sea candidato a presidente en octubre. Le mostró cómo el ordenador de las fuerzas del oficialismo y la oposición ya no son las voluntades personales ni menos los partidos, que tienen una existencia vegetativa. El ordenador es ahora el cronograma electoral, que arranca el próximo domingo 12 de febrero con las PASO de La Pampa. La indefinición sobre qué hará Macri impide que en las provincias que voten antes de junio (unas 12), la oposición unifique coaliciones que enfrenten al peronisme. En las provincias que administró el peronismo, los gobernadores su factor de unificación en el orden local. Pero en la oposición, el armado qu’Atta Juntos por el Cambio es un camino barroso: cada directente que va con pretensiones presidenciales – Horacio, Patricia – desbarata lo qu’armó el otro y genera movimientos alternativos que impiden cualquier unificación. La crisis de JxC en Neuquén, Río Negro, Salta y Mendoza es un ejemplo.

Sin partidos, el líder debe ser el candidato

El debate sobre liderazgo y candidatura no es nuevo. La debilidad del sistema de partidos desde 2001 los ha achatado; terminó con los líderes históricos de las coaliciones -Menem, Alfonsín- y la ausencia de líderes es consecuencia de una crisis. En la mesa de Cumelén se plantó en estos términos: ¿puede ser el líder del PRO, Macri, por decir, sin que sea el candidato? Pichetto trajo el modelo negativo de los Fernández, cuya presidencia fracasó porque Cristina, líder del peronismo de Buenos Aires – una parcela el peronismo nacional, pero la primera minoría – intentó retener su poder para manejarlo a Alberto. Perdieron los dos, qu’encabezaron las listas de desprestigio en cualquier encuesta. Con esa experiencia, ¿puede Macri insistir en ser el José María Aznar del PRO? El ex premier español gobernó dos mandatos y prometió que nunca buscaría volver a ser candidatureo. Es esta cesión a poder le valió al PP los dos mandos de Rajoy, mientras Aznar maneja el partido, la fundación, hace negocios y es un jarrón chino que buscó un lugarcito sobre la chimenea. Cristina no cedió poder. Facturó con el cargo de vicepresidente el poder que tenía, pero se guardó el rol de justicier y termina sus cuatro años como opositora tuitera de su propio gobierno. Durante la semana, Emilio Monzó fue nombrado mentor de Macri, que Mauricio debería ser el Pep Guardiola del PRO, el entrenador mágico que fue el mejor del FC Barcelona.

Si no decidir, mal; si lo hizo y lo oculto, peor

Alguna vez habrá que explicar cómo hace Macri para decirle a una gente como el trío que fue a Cumelén, que no tiene decidido qué hará. Si non lo sabe, es para preocuparse por el personaje, porque hay presidentes que deben mostrar decisión cuando les dicen que si aprieta el botón salta todo. Para dudas ya lo tuvimos a Café el Viejo ya De la Rúa. Y si sabe qué va a hacer, pero lo oculta, tampoco es muy alentador. ¿Quién se merece ese trato? también habrá que explicar por que gente grande, encallecida en el oficio, lo escucha en esas indecisiones y no le piden una respuesta a la altura del gasto que se hacen para viajar a Cumelén, que es caro y está lejos. Algo ironizó sobre ese absurdo cuando dijo: cada uno de nosotros representa 50 años de vida política. How diciéndoles que ellos saben cómo se logra, cómo se maintiene y cómo se pierde el poder. Las razones personales consistieron: es un cambio de vida. Pesan experiencias de segundos tiempos que no funcionaron. Cavallo zafo de la primera -Menem-; amagó con un regreso – De la Rúa – terminó ahí entre rejas. El fútbol también enseña: si erraste un penal no pidás patearlo de nuevo. Lo sabe Mbappé, que marró dos penales seguidos el jueves contra el Montpellier.

El crimen no paga

También se permitió algún alarde de suficiencia: sé que, si soy candidato, gano, pero el problema es como hacer los cambios que el país necesita. Me pasó, lamentó, en el primer mandato. Y ensayó alguna crítica: apoyamos a los gobernadores ya los piqueteros y no nos acompañaron. Pero, aclaró, Rogelio Frigerio va a ser un gran gobernador de Entre Ríos. Se mortifica Macri con autocriticas por lo mayor que hizo su gobierno: dejar 24 provincias con superávit fiscal y sin crisis institucional, o protagonizar la revolución en paz que han sido los acuerdos cayetanos para la ley de villas y la economía popular, audacias a la que no se animó ni el peronismo ni las izquierdas. ¿Esperaba un repago en votos? La historia lo va a recordar por eso, no por el acuerdo con el IMF. Romero musitó: cuando Corach nos ayudaba a los gobernadores, no había gobernador que trabajabase para otro candidatureo. Puerta completó la idea: el candidato a presidente arrastra al candidato a gobernador. Alfonsín lo hizo ganar a Armendáriz en Buenos Aires, y tu hiciste ganar a María Eugenia. El Macri de 2015 era, seguramente, un personaje más rico que éste; Eran tiempos de aprender, y aprendió. Tanto que ganó las elecciones de 2017. Este Macri se pone el sombrero de ide conservadorólogo, se deja entornar por los conservadores – mucho meneo con los Vargas Llosa – y quiere arriesgar suerte con una revolución que sospecha no podrá lograr el Congreso. Tampoco puede ofrecer gobernar por decreto, que es el hilo más delgado de la debilidad institucional. La prueba es este gobierno.

El año electoral es uno solo, no dos

A esta altura la sobremesa – interrumpida por un aparte de Macri y Pichetto para atenderlo al candidato neuquino aliado del PRO «Rolo» Figueroa – ya era casi un posgrado, y con final anunciado: tenés que ser candidato, anuncialo cuanto antes. Puerta y Romero pusieron fecha para este mes. Después puede ser tarde y dividir más a JxC en el interior. Las elecciones adelantadas, creen, son parte de un todo que es el proceso nacional. No se pueden escindir los dos turnos. En la oposición hay observaciones sobre el entorno íntimo de Macri, integrado de «porteñitos», gente de CABA y de Buenos Aires, que estan muy lejos de percibir lo que pasa en las provincias. Pichetto crea que tiene plazo hasta marzo. Macri se entusiasmó, sin mostrar dudas, cuando se imaginó candidato. El sigue preocupado la fuga de votos hacia Javier Milei. Si aparece Patricia, llora, lo frena; si aparece Horacio, avanza, si aparezco yo, lo puedo neutralizar. Valoró ese encuentro y la densidad de la charla cuando lo comentó por teléfono a sus estrategos de Buenos Aires. Cómo celebrar el encuentro con Larreta del día anterior, que sintetizó como un plato de comida de la coyuntura económica. Macri sufre del prejuicio de creer que los problemas del país son económicos, que los van a arreglar los contadores, y que hay que convocar a la gente a un gran sacrificio. Pichetto, que tiene memoria, repite: tampoco es cosa de andar haciendo campaña metiéndole temor a la gente.

El peronismo forzado a discutir liderazgo

La chispa de la discusión se encendió en el oficialismo con el debate entre Jorge Capitanich y la cúpula de Olivos por el veto de eachño a que Alberto, Cristina, Massa, Manzur y De Pedro disputan una PASO. Son del mismo espacio, que deciden quién es su líder y que vengan a una PASO con el peronismo de los gobernadores. No pasó mucho tiempo para que Alberto viajara al Chaco a reunirse con Capitanich. Este tiene un proyecto – que el presidente durmió – de una reforma del PJ, para convertir al Frente de Todos en la marca principal, con el PJ como integrante. Olivos sigue repasando listas de congresales y consejeros a una cumbre partidaria el 24 de febrero, y sancionar alguna reforma que le dé una oportunidad competitiva al peronismo, que parece condenado a la derrota en todas las encuestas. Este debate entre el peronismo y el Primero qu’abre sobre la carencia de liderazgo. El de Cristina en Buenos Aires apenas le basta para retenedor el 30% de los votos del peronismo para ella, Kicillof o cualquier otro directo. Las elecciones no las ganan los sino candidatos los partidos. El peronismo nacional se resiste a volver a perder como en 2021, cuando fue vencido en 12 provincias.

El ajusta demora la moratoria

La posible unificación del peronismo viene de los federales. Capitanich cree que su formación debe avanzar en propuestas moderadas. Las campañas, dice, se arman de la periferia hacia el centro. La unificación de la oposición depende de si apareció algún factor de convergencia que sinceramente las peleas que los dividen. En la provincia de Buenos Aires JxC hay siete candidatos a gobernadores y les falta alguna orden «de arriba», que todos acaten, como si hubiera un líder que no tienen. Tampoco es fácil moverse con agendas que se cruzan y, que a veces, están al acaso de circunstancias incontrolables. Esta semana, Gerardo Morales suspendió una presentación en el Festival de Cosquín porque coincide con la muerte de un hijo de Milagro Sala. El jueves Macri suspendió su visita a La Pampa poque le recordaron, en un último momento, que ese día había una pueblada porque leian en el juzgado de Santa Rosa las condenas en el caso Lucio. Los escuderos de Larreta escudriñan sobre la conveniencia de que asista el 18 de febrero Cosquín Rock, un fumador de riesgo para un candidato. Este lunes habrá una reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, para definir alguna agenda legislativa que aleje al Congreso de la trampa publicitaria del juicio a la Corte. Podrán festejarle ese día el cumpleaños a Mario Negri (69), y adelantarle algún brindis a Macri, que cumple 64 años el miércoles 8 («Do you still need me, do you still want to feed me/When I’m sixty- four años?, se siguen preguntando McCartney y Lennon). ¿Dirá algo la oposición del desinterés del Poder Ejecutivo en que avance el proyecto de moratoria previsional? Después de todo se trata de un gasto que no está presupuestado; eso amplía el perfil de Sergio Massa como el gran ajustador ante el FMI y los mercados.

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