El Ministerio Federal de Defensa, cristina lambrecht, ha hecho pública finalmente su dimisión, filtrada en la noche del viernes, y ha emitido un comunicado en el que se queja de una supuesta campaña contra su persona. “El enfoque de los medios de comunicación en mi persona colgante meses difícilmente permite informar y discutir hechos sobrios los soldados, el ejército y las decisiones de política de seguridad en interés de los ciudadanos de Alemania”, afirma, “el valioso trabajo de las mujeres y los hombres en servicio y de las muchas personas motivadas deberían estar en primer plano”.
Lambrecht explica que “decidí poner mi carga a disposición del canciller” y agradece a todos “los que están comprometidos con nuestra seguridad todos los días y les deseo sinceramente todo lo mejor para el futuro”. La oposición se repitió sobre la dimisión debida a una larga serie de errores. Sus confusas declaraciones sobre el apoyo militar a Ucrania y su desconocimiento de los rudimentos militares disgustaron a los altos mandos del ejército desde su al Ministerio.
Además, se verá en diciembre de 2021, cuando se haga cargo del ejército alemán, admitiendo que no conocía las filas de la Bundeswehr ni las graduaciones militares. Fueron muy polémicas sus vacaciones de Pascua en Sylt, en un contexto prebélico en Europa, y cuando el canciller Scholz proclamó el “cambio de era” y anunció un presupuesto extraordinario de 100.000 millones de euros para rearmar el ejército alemán, Lambrecht siguió hablando de “política de desarme”.
“Hagan los deberes”
Precisamente este inesperado presupuesto ha despertado enormes ambiciones sobre un cargo que nadie deseaba cuando ella fue nombrada ministra y que ha cobrado gran relevancia desde el 24 de febrero. Sus críticos la han acusado de lentitud e imprecisión en las primeras adquisiciones de armamento, además de una evidente falta de experiencia. Tras unas maniobras de diciembre quedó en evidencia que los tanques Puma sistemáticamente fallaban y no eran aptos para la fuerza de reacción rápida de la OTAN, de la que deben formar parte.
Lambrecht culpó a la industria y al ejército y lo último que ha hecho como ministra ha sido reunir a las empresas ya los altos mandos y exigirles que “hagan los deberes”. Durante meses se negó a reconocer que esta misma había tomado una foto de su hijo en el helicóptero del ejército que prestaba el servicio como oficial de transporte, hasta que un tribunal obligó a hacerlo. Prohibió viajar a los periodistas critiques en sus desplazamientos para visitar a las tropas en el extranjero y ha protagonizado entradas vergonzosas en las redes sociales. Causó gran angustia con un mensaje de Año Nuevo difundido en Instagram, en el qu’hablaba sur la guerra de Ucrania acompañado de fuegos artificiales de Nochevieja.
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