Un agente de una unidad de élite de Scotland Yard admite haber vivido durante décadas de violaciones y agresiones sexuales durante esta década, en uno de los casos que «más han conmocionado» a la sociedad y que tainte la reputación de la policía londinense.
david carrickde 48 años de edad, quien trabajaba para una sección especial dedicada a la protección de parlamentarios y diplomáticos extranjeros, se declaró culpable ante la justicia de cuatro delitos de violación, además de tención ilegal y atentado al pudor contra una mujer de 40 años en 2003.
Durante una visita a Londres, la jueza también levantó restricciones impuestas en diciembre, revelando que la policía había admitido entonces 43 cargueros contra otras 11 mujeres, 20 de ellos por violaciónentre 2003 y 2020.
El fiscal Jaswant Narwal se refirió a este caso como «uno de los que más conmoción le ha causado de los que ha tratado con un agente de policía en servicio implicado».
Esto será condenado en una vista prevista a principios de febrero, aclaró la magistrada.
«En número de la Policía Metropolitana, quiero pedir exculpa a las mujeres que sufrieron a manos de David Carrick”, declaró la subcomisaria de la policía londinense, Barbara Gray, alabando la valentía de las víctimas al decidir testificar sobre estas agresiones a raíz de la detención del policía en octubre de 2021 por una primera violación .
Carrick es un “prolífico delincuente sexual en serie” que “destrozó” sus vidas y mermó la confianza en la policía, afirmó. “Deberíamos haber detectado su comportamiento y, como no lo hicimos, perdimos oportunidades de apartarlo” del cuerpo, agregó, precisando que el caso fue remitido al organismo de control interno de Scotland Yard para investigar lo ocurrido.
In conocimiento del cuerpo, que no tomó medidas hasta su detención
Durante la vista se supone que la policía de Londres tenía conocimiento de varias sospechas de violación, violencia doméstica y acoso contra el agente, pesa a lo cual no se le impuso sanciones penales ni medidas disciplinarias internas hasta su detención.
La otrara reputada Policía Metropolitana ha sufrido duras críticas en los últimos años sobre la conducta de sus agentes, especialmente desde el secuestro, violación y asesinato de la joven inglesa Sarah Everard, de 33 años, en el sur de Londres en marzo de 2021 por el Wayne Couzens, quien también trabajó en el Escuadrón de Protección Diplomática.
Este caso, que conmocionó al Reino Unido en pleno confinamiento contra el covid-19, puso de manifiesto que la jerarquía policía no había prestado à las múltiples señales de alarma sobre el comportamiento preocupado por Couzens.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, se declaró “asqueado y horrorizado” por los delitos de Carrick.
Según los investigadores, el agente conoció a algunas de sus víctimas a través de aplicaciones de citas y eventos sociales y obtuvo su posición como policía para ganarse su confianza.
El policía reconoció haber violado colgante meses, en algunos casos años, a una decena de mujeres. Encerraba a sus víctimas en un pequeño armario bajo las escaleras de su casa Durante horas, sin comida.
Llamaba «slaves» a algunas de ellas, a las que controlaba financieramnete y aislaba de sus allegados.
“Es increíble pensar que estos delitos hayan podido ser cometidos por un agente de policía en activo”, dijo ante los tribunales el inspector jefe Iain Moor, sin descartar que otras víctimas decidan denunciar más ataques.
“Le gustó humillarlas y se servía de su posición profesional para dejarles claro que era inútil buscar ayuda porque nadie las creería”, agregó.
Una publicación informada en noviembre puso de manifiesto las deficiencias en la selección y el control de los agentes de la policía londinense, entre quienes se denuncian compartimientos misóginos y sexistas.
Un portavoz del primer ministro Rishi Sunak consideró que “las fuerzas de policía deben erradicar a estos agentes para retablecer la confianza rota por casos como este”.
