La guerra de Gaza reverbera en varios frentes de Oriente Próximo después de haber causado cerca de 25.000 muertos en más de un centenar de días de hostilidades contra la milicia palestina de Hamás. En el ataque más mortífero atribuido a Israel en Siria desde el inicio de la contienda, al menos cuatro miembros de la Guardia Revolucionaria iraní han perdido la vida este sábado en Damasco.
Según informó la televisión iraní, entre las víctimas mortales se encuentra el jefe del servicio de inteligencia de la misión de Irán que asesora al régimen del presidente sirio, Bachar el Asad. La explosión causada por una oleada de misiles arrasó por completo el edificio de cuatro plantas que servía como residencia a los asesores militares iraníes en el distrito de Mazzeh de la capital siria, en una zona próxima a un antiguo aeropuerto militar.
En su línea habitual respecto a Siria, los portavoces de las Fuerzas Armadas israelíes declinaron confirmar la autoría del ataque, que lleva el sello de los golpes de represalia del Estado judío. La aviación israelí ha bombardeado centenares de objetivos en Siria desde 2011, cuando estalló una larga y sangrienta guerra civil en el país árabe, aunque solo se ha atribuido un puñado de esas acciones. Fuentes de los servicios de seguridad sirias citadas por Reuters señalaron a Israel como autor del lanzamiento de “misiles de precisión” y aseguraron que una quinta persona había muerto en el ataque.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ONG que cuenta con informadores sobre el terreno, indicó que en la zona de Mazzeh donde se produjo el ataque vivían también miembros de la Yihad Islámica palestina, la principal milicia aliada de Irán en la franja de Gaza. La televisión iraní informó de que se habían producido víctimas entre las “fuerzas sirias”, sin ofrecer más detalles. El pasado diciembre se registraron dos ataques atribuidos a Israel en los que murieron tres miembros de la Guardia Revolucionaria iraní en el área metropolitana de Damasco.
La operación con misiles de este domingo se produce después de la destrucción con misiles balísticos iraníes del considerado “cuartel general de espionaje” de Israel en Erbil, capital del Kurdistán iraquí, en el que perecieron cuatro civiles, según las autoridades del Gobierno regional kurdo en el norte de Irak. La Guardia Revolucionaria afirmó el pasado martes que el objetivo era “una de las principales sedes de la agencia de espionaje israelí Mosad en el Kurdistán iraquí”. La acción se llevó a cabo en respuesta al bombardeo israelí que mató en diciembre al comandante de la Guardia Revolucionaria Razi Musavi cuando se encontraba en Damasco.
En la franja de Gaza, mientras tanto, Israel prosigue una ofensiva a gran escala en Jan Yunis, en el sur, y en algunos puntos de Yablia, en el norte, pese a que hace semanas que el ejército se replegó de esa última zona. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, la cifra de muertos palestinos en la ofensiva israelí se eleva ya a 24.927.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
La aviación de Israel ha lanzado este sábado panfletos sobre Rafah (sur de Gaza) en los que insta a los palestinos desplazados por la guerra a ayudarles a encontrar a los más de 130 rehenes israelíes que aún permanecen en poder de las milicias palestinas, secuestrados en los ataques del 7 de pasado octubre.
En el frente del norte, al menos dos personas murieron este sábado en un ataque con drones de Israel que tuvo como objetivo un vehículo en el sur del Líbano, informaron fuentes oficiales en Beirut citadas por Efe.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites
_