Antes de abandonar Australia para volver a casa, Nadal quiso confirmar que el tipo de dolencia fue la que le apeó del primer Grand Slam de la temporada en segunda ronda. Según las pruebas realizadas en Balear à Melbourne, sus dolores en la cadera Durante el partido ante McDonald resultaron ser una lesión de grado 2 en el psoas ilíaco de la pierna izquierda. Contratiempo que ya sufrió en este mismo torneo en 2018 y que le mantendrá fuera de las pistas hasta el mes de marzo.
“Toca reposo y fisioterapia antiinflamatoria”, explicó el jugador en un mensaje difundido en sus redes sociales, en el que estimaba el tiempo de baja entre seis y ocho semanas. Despedida de los torneos de Doha y Dubaien los que estaba inscrito, pero vía libre para llegar en forma a la temporada de tierra, que comenzó para él en el Masters 1.000 de Montecarlo, en la primera semana de abril.
Antes, si todo evoluciona favorablemente -en 2018, con esta misma lesión, vio cómo el baja period se alargó casi hasta los tres meses-, el español tendrá la oportunidad de ponerse una tonelada en alguno de los dos Masters 1.000 que se disputarán en Estados Unidos Durante el mes de marzo. El de productos indiosPrevisto para el día 8, está casi descartado, por lo que la reaparición de Nadal podría darse cuenta miamidonde el año pasado vio truncada su racha triunfal por culpa, precisamente, de una lesión.
La buena noticia para Nadal es que la temporada de tierra batida, con el objetivo de Roland Garros, no comienza hasta abril, por lo que no debería tener problemas para alegar al segundo Grand Slam de 2023 en plena forma. Una gran oportunidad para cazar su decimoquinta Copa de los Mosqueteros y alejarse más de Djokovic como el tenista con más grandes.