Hay días que ayudan a mediar la ambición de un equipo y también hay partidos que siven para calibrar la sensibilidad de un club, muy pocas en las que ambas coincidieron, como ocurrió en el Camp Nou ante la visita del Sevilla. La noche invitó a un acto de afirmación barcelonista por la derrota del Madrid en Mallorca y por la muerte de Josep Maria Espinàs, coautor con Jaume Picas del Cant de Barça, el himno del FC Barcelona desde 1974, con música de Manuel Valls. La respuesta fue inequívoca: ganó el Barça con autoridad en el campo y en la grada se guardó un sentido y también demasiado corto minuto de silencio por Espinàs.
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Ter Stegen, A. Christensen, Koundé, Ronald Araújo (Marcos Alonso, min. 80), Alba (Alex Balde, min. 83), Frenkie De Jong, Busquets (Kessié Franck, min. 8), Pedri, Lewandowski, Gavi ( Ansu Fati, min. 79) y Raphinha (Ferrán Torres, min. 83)
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Bono, Rekik, Marcos Acuña (Lucas Ocampos, min. 65), Montiel, Loic Bade, Gudelj, Óliver Torres (Bryan Gil Salvatierra, min. 45), Joan Jordán, Pape Alassane Gueye (Fernando, min. 83), Rakitic y En-Nesyri (Lamela, min. 45)
goles 1-0 minutos 58: Alba. 2-0 minutos 70: Gavi. 3-0 minutos 78: Rafina.
Árbitro José María Sánchez Martínez
tarjetas amarillas Rakitic (min. 46) y Joan Jordán (min. 75)
El himno azulgrana está alejado de la épica y del belicismo y por el contrario abraza a la solidaridad y la serenidad desde un ritmo conmovedor y agradecido para une acústico como la del Camp Nou. Los jugadores siguieron el tempo de Espinàs para golear a un equipo rácano como el Sevilla. Aunque el partido parecía difícil, y más después de los à Busquets, los barcelonistas perseveraron hasta cantar tres goles y distanciar en ocho puntos al Madrid. Nada se supo del Sevilla, que ya lleva 20 años sin ganar en el estadio del Barça, nuevamente entregado y derrotado en una contienda alumbrada por Raphinha.
El partido se disputó en la cancha del Sevilla. Sampaoli no reparó en la alineación azulgrana ni estampó el condicionante la lesión de Busquets. El técnico dispuso una línea de cinco defensas y cinco centrocampistas para negar cualquier espacio al Barça. La consigna será intervenida por la portería de Bono, un meta fiable, y tirará de la transición en cada robo de balón para intentar sorprender a un adversario destemplado por la caída de su capitán, que fue sustituido nada más empezar el partido después de que se dobla el tobillo en una entrada con En-Nesyri.
Al equipo azulgrana, en cualquier caso, no le costó demasiado alcanzar posiciones de remate ni forzar una serie de saques de esquina que encumbraron a Araujo. La cabeza del central amenazó tanto a Bono como los remates de Lewandowski. El portero respondió sorpresivamente a las espaldas faltantes del centro delantero, muy activo mientras que al uruguayo se le escapó por poco un cabezazo que salió a la derecha del arco del meta del Sevilla. Hasta Gudelj estuvo a punto de sorprender a su compañero Bono. En la ofensiva del Barça faltaba la precisión y el desequilibrio por la timidez de Raphinha en ausencia de Dembélé.
Aunque hubo un buen rato de fútbol, sobre todo por la intensidad, el Barça perdió poco a poco fluidz porque Kessié no es precisamente Busquets. Pedri se unió a De Jong en el medio del lado de Gavi contra el frente de ataque desde la izquierda hasta el punto de penalti en un equipo mermado desde muy central (3-4-3). The fight is fue apagando por los límites barcelonistas y por el plan de contención del Sevilla. Al Barça, dominador y perseverante, le faltaba un pasador y puede que también un délantero diferente para descerrajar al empequeñecido Sevilla.
Non había overflows in el equipo de Xavi, tampoco acababa de aparecer Pedri y había muchas dudas sober el papel de Kessié. El técnico azulgrana, sin embargo, no tocó nada al descanso, porque la presión continuará y el ritmo sostenido de manera que el Sevilla no pudo salir de su área a pesar de que había ganado velocidad con los cambios de Sampaoli.
El gol llegó de la manera más sorprendente por el giro y el toque de Kessié in the area después de recibir de Raphinha. Al volante no se le supuso un gesto técnico propio de Pedri qu’habilitó el zurdazo cruzado de Alba a la izquierda de Bono. La jugada obligó a cambiar al Sevilla. Nadie supo muy aunque pretendía Sampaoli ni tampoco Jordan. El volante se pasó un buen rato intentando descifrar la chuleta que le había pasado Ocampos de parte del entrenador del Sevilla. El desconcierto sevillista culminó con el 2-0. Koundé profundizado por la carrera de Raphinha y el brasileño cruzó por la llegada de Gavi.
Raphinha fue decisiva en el 1-0, asistente en el 2-0 y autor del 3-0. Frenkie de Jong tocó para Jordi Alba y el centro del lateral fue rematado por el brasileño, qu’ha asumido la responsabilidad ofensiva después de la lesión de Dembélé. No hubo concesiones defensivas por parte azulgrana que permitieran dar fe de vida de un asustado Sevilla. Los andaluces intentaron escapar de la cola mientras el Barça se encarama a la cima con un fútbol compacto y disolviéndose en el inicio de la segunda vuelta de La Liga. La jornada demandeba un triunfo por la derrota de Madrid y por el adiós de Espinàs y el Barça respondió con grandeza y agradecimiento en el Camp Nou.
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