Elon Musk y las jornadas de trabajo agotadoras

​Elon Musk, conocido empresario y consejero destacado del presidente Donald Trump, ha suscitado polémica con sus últimas iniciativas laborales en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), organismo responsable de mejorar la gestión pública en los Estados Unidos. Musk ha propuesto que el personal de DOGE trabaje al menos 120 horas por semana sin incrementar sus salarios, con el fin de disminuir los gastos en la gestión pública. ​

Contraste con la jornada laboral típica

En Estados Unidos se trabaja normalmente 40 horas a la semana, con la posibilidad de percibir pagos extra por horas adicionales. La propuesta de Musk multiplica esta cantidad por tres, lo que ha suscitado críticas y discusiones sobre la factibilidad y moralidad de dichas demandas laborales. Algunos admiradores alaban su orientación hacia la eficiencia, mientras que otros consideran que es desmesurada y contraria a la legalidad. ​

Llamado a empleados de alto coeficiente intelectual

Junto con las largas horas de trabajo, Musk ha abierto convocatorias para individuos con un «coeficiente intelectual muy elevado» que estén dispuestos a laborar más de 80 horas semanales sin recibir pago. Esta propuesta pretende interesar a personas comprometidas con la disminución de gastos gubernamentales, aunque ha sido cuestionada por fomentar condiciones laborales extremas y posiblemente abusivas. ​

Métodos de trabajo en DOGE

Las políticas de trabajo en DOGE han estado bajo observación. Se ha reportado que los trabajadores, principalmente jóvenes ingenieros, cumplen jornadas de 120 horas semanales y hacen uso de cápsulas de descanso potenciadas por inteligencia artificial para incrementar su productividad. Esta cultura laboral extrema ha causado errores, tales como declaraciones inexactas sobre reducciones presupuestarias federales y despidos incorrectos de personal esencial.

Opiniones y preocupaciones

Críticas y preocupaciones

Las propuestas de Musk han suscitado preocupaciones sobre la sostenibilidad y la ética de imponer jornadas laborales tan extensas. Expertos señalan que tales prácticas pueden afectar negativamente la salud y el bienestar de los empleados, además de cuestionar su eficacia en términos de productividad a largo plazo. La comparación desfavorable con los funcionarios públicos tradicionales, a quienes Musk descalificó por sus jornadas «cortas» de 40 horas semanales, ha sido vista como un intento de desprestigiar el trabajo en la administración.

By Orencio Batista

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