en EE.UU. also los economists del gobierno hablan de la herencia recibida

El ex ministro de la cartera económica de Raúl Alfonsín, Juan Sourrouille, solía decir que «en Economía no hay beneficio de inventario». La mochila que se carga hasta el final del recorrido como oficial if you accept llevar, y nadie reconocerá el esfuerzo independientemente de si the toca correct el disarreglo of a his antecesor.

De otro modo, algo similar expresó el ex secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, cuando decía que «los problemas heredados por un gobierno, si al año no los ha solucionado, son sus problemas». Hacerse cargo.

En ese sentido, sorprenderemos en la semana las palabras de Yanet Yellen, la secretaria del Tesoro, equivalente al cargo de ministra de Economía de Estados Unidos, quien lanzara critica a sus antecesores durante el gobierno de Donald Trump. Fue al día siguiente del encuentro entre Alberto Fernández y Joe Biden en el Salón Oval del miércoles pasado.

«Cuando el Presidente y yo asumimos el cargo enero de 2021, heredamos un aparato de estabilidad financiera en el Tesoro qu’había sido diezmado -arrancó Yellen en una conferencia el jueves pasado-, Estabilidad Financiera (NE: FSOC según sus siglas en inglés, un órgano estatal) que tenía menos de un tercio del tamaño que tenía cinco años antes. En 2016, los equipos de política, análisis y operaciones del FSOC contaban con el personal completo. Para 2021, el equipo de análisis había sido eliminado. Este equipo, en colaboración con los reguladores financiersos, era el encargado de ayudar en el seguimiento del sistema de riesgos. Esto significa que entramos en la crisis de la pandemia sin el personal que necesitábamos para monitorear los riesgos para la salud del sistema financiero”.

Las palabras de Yellen se marca en un contexto de crisis financiera. Semanas atrás, Estados Unidos atravesó una corrida en dos bancos regionales, el Silicon Valley Bank y otra entidad llamada Signature, cuando se enfrentó al mismo tiempo un retiro masivo de sus depósitos y el gobierno de Estados Unidos se vio obligado a anunciar el mismo fin de semana que no solo respaldaba el tope de US$250,000 de garantía para las cuentas a la vista ya establecida de antemano, sino también ahora lo extendía para los depósitos superiores a ese monto. Washington trajo 100% de cobertura a ahorristas y grandes depositantes.

La medida fue criticada por los conservadores republicanos y económicos que, sin distinguir entre clientes y dueños de bancos, se opusieron directamente al rescate de las entidades en su conjunto como ocurrió en la crisis de Lehman Brothers en 2008-2009.

Yellen se dirige hacia este modo en la Asociación Nacional de Economía Empresarial, que ganó un premio en memoria del expresidente de la Reserva Federal, Paul Volcker. Nota al pie: antes de ser designada secretaria del Tesoro, Yellen había servido en distintos cargueros de la Reserva Federal, incluida su presidencia colgante el gobierno de Barack Obama. La económica registró que, al igual que ella, Volcker se había desempeñado en ambos organismos, en la autoridad monetaria y en el Tesoro. Como subsecretario del Tesoro para Asuntos Monetarios de 1969 a 1974, Volcker estuvo al frente de la trinchera cuando devaluó el dólar, cayó el sistema monetario de Bretton Woods y el mundo pasó de tipos de cambio fijos a flotantes. Kissinger estaba allí.

«En los últimos dos años, hemos duplicado el tamaño de nuestro personal de FSOC»cerró Yellen, diferenciándose todavía más de Trump.

Yellen era titular de la Reserva Federal cuando era expresidente, procesado el jueves por un delito sexual, ingresó a la Casa Blanca y en lugar de renovarle el cargo decidió reemplazar al actual titular de la Fed, Jay Powell.

«Sin entender nada de economía» Dijo el economista hace unos años sobrio Trump en una entrevista en la NPR. «Dudo que se capaz de cir que las metas del banco de pleno empleo y estabilidad de precios son objetivos asignados a la Fed por el Congreso». Puso como ejemplo las declaraciones que habia hecho de tener un superdólar, sostenido que le valió criticas por pretender manipular el tipo de cambio, algo penado en los mercados desarrollados. En Miedo, el libro sobre Trump del premio Pulitzer y el ex periodista de The Washington Post, Bob Woodward, se retiró a un mandatario que creó saber de economía pero que los economicas supieron hacerlo.

Bidenhoy desafiado por la inflación —desde que asumió que el salario promedio cayó en términos reales—, porque quiero la regla Kissinger, según la cual, los problemas con la economía serían de su incumbencia y no de la de su antecesor ya que transcurrió más de un año en el cargo. En Argentina, en cambio, ocurre hace tiempo. El kirchnerismo hace referencia de manera crítica a las condiciones iniciales que recibió el gobierno de Mauricio Macri para justificar sus decisiones. Y los de Juntos por el Cambio responden irónicamente con el ‘Ah, pero Macri’.

¿Se viene en Estados Unidos el.. ¡ah pero Trump!?