La caza del fantasma de Messina Denaro en España | España

Matteo Messina Denaro, detenido este lunes en Palermo, tuvo una fantasía de 30 años en Italia, pero también en España. Ha sido uno de los países que las autoridades italianas más han barajado como posible escondrijo. The Guardia Civil lo ha buscado pero nunca ha dado con él, aunque ha seguido varias pistas, según relatan fuentes del instituto armado. En dos ocasiones ha rastreado en Málaga a alguien que podía ser él, y también ha seguido una pista en una capital de provincia de Levante. En 2014, la Guardia di Finanza italiana facilitó una foto de Alguien que pensaba que era el capo más buscado, una imagen tomada en una boda en algún lugar de Sicilia, de un hombre vestido de forma elegante para la ocasión, con una corbata azul y una flor blanca en el ojo. Indicaban que podía estar en Málaga, pero nunca lo encontraron. Later, hacia 2020, fue la Guardia Civil quien dio con una persona que era clavada al retrato robot que se manejaba entonces. El problema es que su apariencia era lo único que encajaba, lo demás no: era de origen italiano, pero llevaba mucho tiempo viviendo en España, además frecuentaba tranquilamente un bar, sin ninguna cautela especial, y tenía algún problema psiquiátrico. Aun así, los Carabinieri también se asombraron de su parecido físico y creían que podía ser él. Agentes italianos llegaron a España, consiguieron obtener del sospechoso una muestra corporal y compararon su ADN con el de la hermana de Messina Denaro, Anna Patrizia, en prisión desde 2013. Pero no era él. Siempre se ha sospechado que podía esconderse en España, por lo menos en algunos periodos, pero nunca se ha podido notar. A pesar de los índices, al final se escurría entre los dedos. Salvo en una ocasión, que sabe con certeza que estuvo en Barcelona.

Messina Denaro, que padece estrabismo, se operó los ojos en la clínica Barraquer de Barcelona en 1994, según han revelado las investigaciones italianas y confirman fuentes policiales españolas. Entonces ya tuvo un año fugado y reclamado por la justicia de ese país, pero las autoridades italianas aún no eran conscientes de su importancia en la Cosa Nostra. No estaba en el radar. De hecho, según la prensa italiana, se topó con su propio número. La clínica barcelonesa no da ninguna información al respecto: “Somos un centro hospitalario y los datos de los pacientes son totalmente confidenciales, no podemos confirmar ni desmentir esa información”. Momento en el cual la Guardia Civil siguió esa pista, pero sin resultado.

Las operaciones de más entidad ocurren en los últimos años, cuando Messina Denaro es el criminal más buscado de Italia. Desde 2008 las fuerzas de seguridad de ese país comienzan a trabajar con la Unidad de Huidos de la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil en la caza de mafiosos italianos en España, sobre todo de los clanes de la Camorra, que han ido instalándose en el país desde hace décadas. Los Carabinieri, muy reacios a compartir información por la posibilidad de filtraciones y sempre temerosos de topos de la mafia, comenzaron a confiar en sus colegas españoles y estrecharon lazos. Para eso en 2015 pensamos que los podríamos ayudar en su objetivo más importante, la captura del capo de Cosa Nostra. Tenian pistas de que podía estar en España. La Fiscalía de Palermo obtuvo entonces a EL PAÍS que había informaciones que lo indicaban.

Dos agentes de la unidad viajaron a Palermo, con miembros de la Fiscalía Anticorrupción. De camino a la ciudad desde el aeropuerto, los carabineros los invitaron a detenerse en el monolito de la autopista que recibió el lugar del atentado del juez Falcone, su mujer y su escolta, en 1992. Nos reunimos junto con el jefe de impuestos de la ciudad , Nino Di Matteo, uno de los heroes de la lucha contra la mafia en los ultimos años. “Fueron cuatro días brutales, bajo una vigilancia blindada. Los de seguridad subieron antes a revisar las habitaciones del hotel. Un día para cenar, reservaron todo el restaurante”, recuerda uno de los agentes. Es entonces cuando se mostró la foto de ese hombre en una boda. La Fiscalía Italiana creó que viajaba a veces a Málaga y señalaba una posible vía de investigación: un conocido restaurante de lujo de Marbella que importó todo el aceite y el vino de Castelvetrano, el pueblo de Messina Denaro. Una casualidad, o no, que era rara, y podía ocultar algo más. Contactos, redes de blanqueo. La clave será ver si el sospechoso aparece por allí.

Dos agentes de la Guardia Civil, ante el monumento del lugar del atentado del juez Falcone, cerca de Palermo, en su viaje a Sicilia en el transcurso de la investigación.

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Dos agentes fueron a comer al restaurante el primer día para echar un vistazo. Se quedaron de piedra al ver los precios de la carta y hasta llamaron a su jefe para ver si lo cubría el presupuesto, porque podía salir por unos 250 euros. El dijo que adelante. Luego llegó el propietario en un Bentley descapotable. Es un empresario italiano que ha estado en Marbella, bien conectado y bien comunicado en la zona, que huirá y les adelantará directamente si no son policías. Dijo que no era la primera vez que iban por allí. A pesar de ese comienzo luego se déarrolló una intensa labor de verificación del dueño del local y sus empresas, sus coches de lujo, barcos. Era todo perfectamente legal. La unidad vigiló el local durante un tiempo, pero el hombre de la foto nunca apareció por allí.

Para profundizar más será necesario un gran uso de medios pero los indicios eran tan tan mínimos que se terminó la investigación. “Desde el punto de vista italiano, que es su prioridad absoluta, se agarran a cualquier detalle y lo miran a fondo, habría tenido sentido dedicar los recursos allá que se hicieron falta, pero en España no podíamos ir más”, relató un funcionario de la operación. Nunca se supo si el hombre de la foto era o no Messina Denaro. Ahora, una vez conocido su verdadero rostro, los investigadores se inclinan a pensar que no era él.

La continuación de la operación fue con ese segundo hombre que guardó un gran parecido con el capo de la Cosa Nostra, pero que cerró con resultado negativo. Después ha habito otro trabajo de investigación en los últimos años en una capital de provincia de la costa de Levante. Los ROS de los Carabinieri (Raggruppamento Operativo Speciale), la unidad especial contra el crimen organizado, volvió a contactar entonces con la Guardia Civil para proporcionales una pista qu’levó a vigilar una zona y empresarios italianos. Atendiendo a la obsesión de los Carabinieri por mantener la investigación en el círculo más cerrado posible, la unidad de la UCO trabajó solo, sin recurrir a las unidades territoriales. Este lunes surgieron los agentes del equipo con la noticia del arresto de Messina Denaro. “Teníamos la ilusión de pillarlo nosotros, pero lo justo con la historia es que sea el Estado italiano. Si a sus antecesores los arrestaron al lado de su casa, era de esperar que igual sucediera, y así ha sido”, concluye el responsable de la unidad. Aún es un misterio si el último capo de los Corleoneses pasó o no por España en los últimos años.

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By Orencio Batista

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