Según un cálculo del economica de Fiel, Isidro Guardarucci, La Matanza habría sumado $ 85.000 millones más a sus arcadas desde 2012, año por año, en concepto de participación conjunta municipal. Como la estimación contempla la inflación acumulada durante el período más largo de estos máximos y aumentos, los $85.000 millones están expresados en lo que las económicas llaman valores constantes y por lo tanto comparables entre uno y otro año. Ayer directentes de JxC publicó un comunicado con una cifra menor (llega hasta 2022, ver más abajo).
En las últimas horas, en las redes sociales de economía, politólogos y estadísticas, se habló de “fraude demográfico” por las consecuencias económicas y políticas que se enredo estadístico conllevarían.
Según los datos de ese registro, la población de La Matanza tenía 1.775.816 en 2010. Y sobre esa base fue que se proyectó que para 2022 vivirían 2.374.149 personas.
Esta última cifra, que resulto’inflación‘, distorsión de cálculos y proporciones que son insumos para hacer políticas públicas. Un ejemplo de ello es que el mecanismo de distribucion de la coparticipacion de la provincia de Buenos Aires, utiliza el tamano de la poblacion de cada municipio (tiene una incidencia de 35% segun el coeficiente), con lo cual queda sujeto a la logica de la regla de muy simple que a mayor población más recursos van desde La Plata a los municipios más habitados. Por lo tanto La Matanza fue beneficiada desde 2010 según este mecanismo y sobre la base del cual Guardarucci elaboró su cálculo.
Pero el censo 2022, que se divulgó el martes, arrojó que la población de La Matanza es menor a la esperada -o sea a la proyectada de 2,374,149-. La cifra que registró fue 1.837.774, es decir, 536.375 menos que la estimada en base a 2010.
Federico Tiberti, un político argentino que vive allí estudiando en los EE.UU., y que ha anunciado las fechas del Censo 2010 de La Matanza, señaló en una carta que “Guiándonos por los últimos 3 censos, la población de La Matanza habría crecido un 3,9% anual entre 2001 y 2010, para luego crecer sólo un 0,2% anual entre 2010 y 2022. Si nuestro salteamos 2010, habría crecido al 1,8% anual entre 2001 y 2022”.
En la provincia de Buenos Aires, la ley 10.559 establece un mecanismo de distribución compuesto por coeficientes que responde a distintas variables que se van actualizando con el tiempo. El porcentaje que recibe cada municipio se determina del siguiente modo: 35.9% por población; 13,34% en forma proporcional a la inversa de la capacidad contributiva per cápita ponderada por la población; 8.7% en proporción directa al área del municipio; 12,95% en relación a las camas disponibles, nivel de complejidad y nivel de ocupación; 9,25% en relación con la cantidad de consultas médicas registradas con o sin internación; 3,7% en relación con la cantidad de egresos de pacientes registrados en establecimientos con internación; 7,4% en relación al número de pacientes por día en establecimientos con internación; el 3,7% en relación con el número de establecimiento hospitalario en el extranjero; El 5% se distribuye entre los municipios que prestan servicios y funciones transferidas.
Toda esta fórmula planta que los incentivos de los municipios no sólo son un favor de contar con una población mayor sino también, como Guardarucci sostiene, ”las variables utilizadas no se enfocan en la prevención, sino que premian las políticas de atención y curación. La existencia de ‘polos sanitarios’ en el Conurbano y un extenso anecdotario de municipios maximizando las consultas médicas, sus consecuencias esperadas de una ley de coparticipación que brinde incentivos incorrectos”.
La subestimación de la población de La Matanza fue detectada en 2022 por el propio Tiberti y por el ingeniero de sistemas Mauro Infantino. Por separado, ambos cruzaron rarezas que ellos y otros especialistas iban hallando como consecuencia de la sobrerepresentada población matancera. De ese modo, la tasa de vacunación pendiente la pandemia era más baja en La Matanza que otros territorios, lo mismo que su matrícula escolar o la mortalidad por Covid. En agosto, Tiberti escribió un artículo titulado “¿Está sobrerepresentada la población de La Matanza?”.
“Va tomando forma”, dijo ayer Infantino, tras salir el Censo 2022.
El económico y experto en datos geográficos, Juan Ignacio Fulponi, dijo ayer que el alcalde desvío de todos los partidos del AMBA corresponde a La Matanza.
“Aunque también haría una alerta por Esteban Echeverría y Ezeiza que presentan diferencias no menores, aunque sin duda la que mueve la balanza es La Matanza”.
El desaparecido Jorge Todesca, quien asumió como director del instituto en 2016, presentado en su momento una denuncia.
“Un censo es un instrumento básico para generar políticas públicas y distribuir con precisión los presupuestos y obras para su realización. Si los censos no representan la realidad, las políticas públicas no se ajustarán y los beneficios no llegarán a la población”, explica Fulponi.
Para ello, por lo tanto resulta clave, al menos, medir bien la población.
Rechazo de Juntos por el Cambio
“El kirchnerismo transformó el Censo en una herramienta para beneficio propio”, arrancó diciendo un texto de JxC ayer firmado por intendentes, diputados y senadores nacionales, senadores provinciales y referentes provinciales. “Expresamos nuestro absoluto rechazo a esta maniobra kirchnerista con la que solo buscan profundizar su populismo y brindarles cargos a sus militantes. Exigimos una pronta solución para superar este agravio al federalismo ya los demás municipios damnificados ».
Para JxC “el valor agregado tiene los 34.000 millones de pesos de fondos recibidos ilegítimamente por La Matanza entre 2011 y 2022”.
Consultado el económico de Fiel, Isidro Guardarucci, quien estimó una cifra mayor ($85.000 millones entre 2012 y 2023, ver más aparte), respondió que el cálculo en la comunicación de los mandatarios “es a valores de 2022. Cada peso de 2022, en 2023 hijo del doble. Así que eso mismo, si lo querés poner en términos del presupuesto 2023 es el doble. Cada día que pasa, el reclamo necesita ser actualizado y entonces además del problema de la mal medición del censo está además el problema de la moneda en este caso”.