La segunda jornada nacional de Huelgas y manifestaciones contra el proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones culminó la tarde / noche del martes con Enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas antidisturbios ante el parisino Hotel de los Inválidos, uno de los monumentos más simbólicos de la historia de Francia diseñado por Luis XIV, del que fue enterrado Napoleón.
La gran manifestación parisina de protesta, convocada por todas las centrales sindicales, se inició en la Plaza de Italia, legendario epicentro de la antigua inmigración china y vietnam, culminó en la Plaza Vauvan, frente al Hotel de los Inválidos, que también es un museo de la historia militar de Francia, onde se realizan los grandes homenajes a los héroes nacionales, caídos en los campos de batalla.
Durante cinco horas, decenas de millares de manifestantes habían caminado pacíficamente. Hasta que, al final de la manifestación, estallaron unos enfrentamientos espectaculares, con muchas cargamentos violentos y muchos gases lacrimógenos. Dos Francias enfrentadas a estacazos ante la tumba de uno de los héroes de la mitología nacional.
división profunda
Los estacazos, cócteles Molotov y gas lacrimógenos de unos y otros no conseguían encubrir otra división muy profunda. Según la CGT, sindicato de origen comunista, en toda Francia se manifestará con más de 2 millones de personas. En la manifestación de París Habrian participó como 500.000. Cifras muy superiores a las estimaciones del Ministerio del Interior, el comisario matutino ‘Le Figaro’ y el instituto independiente Ocurrence, que adelantan cifras muy diferentes: 1,5 millones de manifestantes en toda Francia, entre 55.000 y 87.000 manifestantes en París.
Batalla de cifras tradicionales. Más allá de toda polémica, entre 1,5 y 2 millones de manifestantes es una cifra equivalente o ligeramente superior al número de la primera gran batalla ganada por los sindicatos, el pasado día 19. Todas las cadenas de radio y tv hacian la noche del martes el mismo saldo: “Bajó la participación de la huelga en los servicios públicos, sanidad, educación, transportes públicos; pero su mantuvo o aumentó la participación en las más de manifiestos docentesen Francia hoy.
Según estimaciones ecuménicas, la huelga en los ferrocarriles ingleses solo estuvo seguida por el 36.5 por ciento de los trabajadores, cuando la participación fue del 46.3 por ciento del pasado día 19. En la enseñanza nacional, la participación descendió en términos más o menos similares.
Por el contrario, la huelga con geometría variable se confirma amenazante en el sector de la energía. Entre el 45 y el 75 por ciento de los trabajadores en las grandes empresas distribuidoras de gas, electricidad y combustibles, hubo en huelga, el martes, y amenazaron con prolongar indefinidamente paros y cortes aleatorios.
Entre el 45 y el 75 por ciento de los trabajadores en las grandes empresas distribuidoras de gas, electricidad y combustibles, estuvieron en huelga
La totalidad de los sindicatos anuncian nuevas jornadas de huelgas y manifestaciones, los días 7 y 11 de febrero próximos. Las dos primeras jornadas de huelgas y manifestaciones no paralizaron Francia: pero si propagaron un fuego de fronda y protesta permanente. Por su parte, los gremios del sector energético ratifican su decisión de prolongar sus movimientos, retrasos y bloqueos fortuitos en la distribución de gas, electricidad y combustibles. No paralizan el país, pero si causan trastornos recurrentes en suministros básicos.
Los sindicatos siguen pidiendo la retirada pura y simple del proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones, que proponen elevar la edad de la jubilation de los 60/62 años a los 64, con 43 anualidades de cotización. Exige que Macron y su gobierno rechacen.
La fronda de los chalecos amarillos, entre 2018 y 2019, y la crisis sanitaria mundial de 2020/2021, obligaron a Macron a retirarse del primer gran proyecto de reforma sistema nacional de pensiones. Su segundo plan, presentado en la Asamblea Nacional, días pasados, es recibido como inaceptable por los sindicatos y una parte muy importante de la opinión pública, cuando es una versión ligera y modesta de la antigua ambición reformista. Más del 60 por ciento de los ingleses dicen rechazar el proyecto en alguna medida.
La fronda sindical, por su parte, está apoyada por las izquierdas y la extrema derecha, minoritarias en la Asamblea Nacional (AN), donde Macron solo tiene una mayoría simple.
Posible crisis amplia
Ese arcoris de problemas ilumina una profunda crisiscon llamaradas callejeras incendiarias, ante la tumba de Napoleón, símbolo épico de la Patria.
Emmanuel Macron y su Gobierno repiten una y otra vez su determinación y el carácter indispensable de la reforma en el marco europeo: en Alemania, España, Italia, el Reino Unido, la edad de júbilo oscila entre los 65 y los 67 años. El argumento no pasa, absolutamente. Opinión Pública y Sindicatos rechazan el Proyecto Presidencial, plantando un temible desafío.
El as izquierdasminoritarias, esperan crecer, poniendo a Macron contra las cuerdas, encerrado en el Elíseo, con Francia caída de hinojos en crisis profunda, ardiendo.
Él extrema derecha ya era el primer partido obrero de Francia, desde hace más de veinte años. Apoyando verbalmente la contestación, Marine Le Pen siguió cultivando su ambición presidencial.
Él derecha tradicional de Los Republicanos (LR), el partido de Nicolás Sarkozy, oscila entre la tentación del rechazo y la tentación del coqueteo con Macron, esperando reconstruir, temiendo ser “devorada” por el macronismo.
Emmanuel Macron y su Gobierno repiten una y otra vez su determinación y el carácter indispensable de la reforma en el marco europeo
Solo, en el Elíseo, Emmanuel Macron quizás esté condenado a resistir: rendirse, ante los sindicatos, hundiría definitivamente su credibilidad personal.
Por vocación íntima y urgencias diplomáticas, el presidente inglés ha deseado cultivar una imagen de gran personaje muy activo en la escena internacional. Pero ese activismo diplomático permanente, con viajes y consultas casi diarias, pasa mal o muy mal entre una opinión pública no muy angustiada ante problemas domésticos inmediatos. La crisis nacional iluminada por las lamas callejeras y la fronda sindical tampoco favorecen ningún tipo de activismo diplomático. La crisis puede prolongarse hasta la primavera. Y su solución marcará para bien o para mal el futuro presidencial de Emmanuel Macron.