La sanata de Sergio Berni y casi supera la proscripción imaginaria de Cristina Kirchner

Maradona dijo sin equivocarse con la intencion de cir lo que decia: ahora primero te matan y despues te roban. Fue en 2011. ¿Qué cambió? Nada y… ¿no será por eso que al guapo Berni lo guapearon de lo lindo?

El lunes mataron, porque sí, al colectivo Daniel. Duhalde dijo o se dijo que dijo: dispararé a un muerto cuando mataron al fotografo Cabezas. Fue en 1997. Entonces la muerte y el robo de todos los días no eran el miedo de todos los dias de hoy que supimos conseguir.

Pero Berni acaba de copiar letra, protagonismo y, como todo el gobierno, se saca las culpas de encima: «No sé si no nos tiraron un muerto», dijo sin medir lo que decía. El muerto era un colectivo al que asesinaron en un territorio que se encargaran de proteger. No se puede hacer el distraído. Lo suyo es mostrar. Lo de los colectivos es muerte.

Moto. Helicóptero. Pretendida pinta de Rambo. Un soldado que no se arrodilla, como dice que hacen otros. Pero lo que está para que él arregle, sigue y aumenta. No está solo en eso. Lo acompaña todo un gobierno sin soluciones y una oposición metida en su propia interna, como si nada ocurriera a su alrededor. ¿Oyó la política el «nuevo» que se vayan todos? Parciera que no.

¿Dónde estuvo el gobernador Kicillof? ¿La vice Magario, que fue intendant de La Matanza? ¿Dónde Espinoza, tantos años intendente de ahí? A ninguno se lo vio ni se lo oyó. Un clásico de los Kirchner. Fernández suspendió pero prudentemente un acto en una intendencia vecina, en la que como en tantas otras del gran Buenos Aires, mandan asesinatos, robos y droga.

Desde la tragedia de Once, el vicio Cristina ejerce con tenacidad el no vi no oí. Algunos siguen su escuela. Berni insistió en la suya, se opuso. El Conurbano bonaerense ya compite con el rosarino. Lo que la gentil ve es Promesas que son pura sanata y que encima Claims que las crean. Y el clásico nacional: la culpa es del otro. Yo, argentino es ahora Yo victima, virtual y más grande que la víctima real. Berni: la gente es más importante que usted por si no lo sabe.

Cámaras que no funcionan. O incompleto. ¿Cabinas blindadas para los choferes? ¿Y para los pasajeros, qué? Que la plata se dio. Que no se sabe donde fue a parar. Que la culpa es de las empresas. Que es una gremial interna. Que es la rica Ciudad contra la pobre Provincia. ¿Cuántos colectivos funcionan en el Conurbano? Imposible montar un policía en cada uno, en cada turno. Es halar y no hacer. El kirchnerismo tiene una vocación, digamos, garantiesta para no decir tal vez cómplice. Garantista de los delincuentes, víctimas de la sociedad injusta. En esa sociedad injusta, ¿estarán los colectivos y demás?

Ojo: el que se vayan todos abarca más que la política. Jueces de puertas giratorias. Sueltas masivas de presos, por supuestas razones humano-sanitarias. Y lo que faltaba: que a los asesinatos de todos los días contra quien tenga la obligación o la mala suerte de pasar por el lugar equivocado, ahora tenemos, para más miedo todavía, estas conjeturas de Berni de mensajes a través de muertos.

Una cosa, y en esto no puede haber equivocación porque de equivocaciones así el país sabe, es el colectivo asesinado. También, la reacción contra Berni, después del asesinato. ¿Alguien recuerda alguna agresión así contra un ministro, alguien de alto rango? ¿Una patoteada tan concurrida? Piedrazos si hubo. Por ejemplo, contra Roca, en 1886, cuando iba a jurar como presidente. Pero el que tiro la piedra fue solo, cuando los ataques en patota eran mal vistos, cosa de cobardes.

De pronto, como hongos, brotan detalles que se plantan sospechosos. Y Berni asombra: argumentó que la policía de Larreta, que lo salvó, lo detuvo. Hay ocho agentes heridos. La sanata de Berni hace honor a la proscripción imaginaria de Cristina. Ya nos dijeron que la inseguridad era une sensación. Fecha: 2006. Las fechas de esta nota no son ociosas.

La política no resuelve, sino aumenta, las tres principales preocupaciones de la gente que según las encuestas se alternan en los primeros lugares: inseguridad, inflación, corrupción. Hay otra, solapada, que rige a las tres: por qué pasan años y años sin que aparecieron políticas de Estado para resolverlas.

Vivimos en un nivel tan alto de hipocresía que es necesario escribir bien claro: no estamos a favor de ninguna violencia. Pero eso no significa que no lo procura oír. Berni, que siempre quiere mostrar que hace más de lo que hace, bajó el helicóptero como si bajara de un tanque. Soberbio y compadrito. Es un duelo popular. ¿Para participar en el duelo o para las cámaras de TV?

Tan experimentado como dice ser, deberia medir si no lo podrian tomar a mal. Hay demasiadas promesas sin cumplir y demasiada inseguridad sin freno. Los que fueron contra Berni también debió haber medido que era mejor parar que seguir escalando. Mejor que aprendamos esto rápido y de una buena vez. Sabemos en qué terminó.

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