A pesar de la apertura del mercado a la competencia, un color sigue dominando la imagen. Desde 2007, la mayoría de los franceses se ha mantenido fiel a la “tarifa azul” de los proveedores históricos (el electricista EDF y las pequeñas empresas locales de distribución) – la tarifa regulada de venta de electricidad (TRVE), en su versión oficial. Normalmente, las autoridades públicas fijan y revisan esta escala dos veces al año, con base en las propuestas de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
En tiempos de crisis energética, es algo un poco diferente. Desde el miércoles 1oh febrero, tras un techo del +4% en 2022, el incremento de TRVE se contendrá hasta el +15% de media para el año 2023, impuestos incluidos –como la tarifa regulada de gas en Engie (antes GDF Suez), desde enero-. Una forma de proteger a los consumidores frente a fuertes turbulencias en el mercado mayorista, donde los proveedores se abastecen parcialmente.
De hecho, sin “escudo arancelario” puesto en marcha por el gobierno, el TRVE hubiera preferido un salto de… 99%. Eso es casi el doble, de un año para otro, para los sitios residenciales, según la deliberación de la CRE, comunicado de prensa del jueves 19 de enero. En sus cálculos, la autoridad administrativa independiente procede acumulando los costes, en particular los de los mercados mayoristas.
Disminución de ingresos
Para 2023, la nueva congelación de escala será equivalente a “una subida media de unos 20 euros al mes para la calefacción de los hogares con electricidad, frente a los 180 euros sin escudo tarifario”, dijo la Primera Ministra, Elisabeth Borne, en septiembre de 2022. El Estado se compromete a indemnizar a EDF por las pérdidas vinculadas al techo del TRVE de los hogares o pequeñas empresas que sean susceptibles al mismo. Su escudo se aplicará también a determinadas ofertas de mercado propuestas por la competencia, las indexadas en la “tarifa azul”.
Según la comitiva del ministro de Economía, Bruno Le Maire, el monto total de la compensación por esta medida corresponde a “un costo estimado” de 25 mil millones de euros. Por no hablar de las reducciones de ingresos, estimadas en unos 9.000 millones de euros, para permitir también esta limitación, en particular las vinculadas al impuesto interno sobre el consumo final de energía eléctrica.
Al 30 de junio de 2022, las tarifas eléctricas reguladas cubrían casi dos tercios de los hogares
Del lado de EDF, se observa un fenómeno. El grupo ha visto el regreso o la llegada de cerca de 100.000 clientes residenciales por mes entre agosto y diciembre de 2022, especialmente de septiembre a noviembre. Algunos volvieron a la tarifa regulada, otros optaron por alguna de sus ofertas de mercado. La empresa se abstiene de precisar el reparto, ante la emisión del anuncio de sus resultados del año, el viernes 17 de febrero.
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