Por la falta de dólares, Argentina trata de morar pagos a Brasil por la compra de energía

Hubo un pedido a Petrobras por importaciones eléctricas. También hubo diálogos por compras de GNL de Enarsa.

A la hora de pagar imports, Argentina busca maneras creativas de demorar esos pagos. Fuentes de Petrobras -el gigante petrolero brasileño- dicen que el país le pidió detener algunos pagos correspondientes a importaciones de electricidad.

Es habitual que Argentina y Brasil tengan intercambios energéticos. Argentina planteó algunos sobrantes que despacha a Brasil, y el país vecino también hace esa operación. Con veces, se trata de “compensaciones”, mientras que en otras ocasiones hay que realizar pagos.

Petrobras estuvo enviando electricidad de plantas qu’abastece en Brasil a Cammesa, la administradora mayorista del sistema eléctrico. Esta última se la estuvo traspasando a generadoras argentinas. El pedido de diferenciación de pagos fue informado por Reuters, y confirmado por el Gobierno argentino. “Sus algunas decenas de millones de dólares. Puede parecer mucho, pero para algunas operaciones comerciales es poco”agregó una fuente oficial a Clarín, que pidió no ser identificado.

En el Gobierno destapan que la situación con Brasil es un obstáculo. “Hay buena relación y comunicación continuada entre las áreas energéticas de ambos gobiernos”, agrega.

La estatal Enarsa también es contratista para solicitar facilidades en los pagos de GNL que importará. Había un boceto de disembolsos a través de cortes, que se está revisando.

Durante los primeros cinco meses del año, la balanza comercial de energía muestra un saldo negativo de 222 millones de dólares. Es una mejor con respecto a 2022. Durante el año pasado, la desaparición de los preciosos energéticos -por la invasión rusa a Ucrania- encontró al Gobierno argentino con la guardia baja y tuvo que recurrir a importaciones más caras. A multas del año pasado, habían llegado a casi US$ 5.000 millones.

El escenario para este año se presentó de otra manera. la inauguración de tubería que unirá Vaca Muerta con Buenos Aires permitirá sustituir el GNL importado y reemplazarlo por producción nacional.

Para evitar los altos niveles de importación de 2022, la estatal Enarsa anticipó compras de buques de gas en el verano, para evitar una posible suba en el invierno.

Pero, de nuevo, otro escenario imprevisto irrumpió. El invierno europeo y occidental fue más benigno de lo esperado. The demand for gas no fue tan alta y entonces los precios de ese producto cayeron. Argentina adelantó las compras para ahorrar. Pero si hubiera adquirido el gas sobre la marchacomo hizo el año pasado-, hubiera pagado menos.

Las importaciones de electricidad son consideradas “marginales” por el Gobierno, en relación con la adquisición de GNL y combustibles líquidos. Allí se van más del 95% de las divisas que salen por energía. “La parte eléctrica es muy chica. Casi todos son intercambios. Hay algunos pagos cada tanto, pero no inciden casi en el balance final”, detalló un experto que pidió no ser nombrado.

En relación al precio del gas, en Enarsa suelen decir que “por el acuerdo con el IMF, la necesidad presupuestado pagar hasta US$ 50 por millón de BTU (la unidad de medida del sector). En junio del año pasado estaba a US$ 57, en noviembre (de 2022) estaba a US$ 38. En diciembre cotizaba a US$ 30 y en febrero de este año a US$ 19”, explica.

Enarsa inició las compras de gas en ese momento, en febrero. Se comprometió un precio de 19 $US por millón de BTU. Pero los precios siguieron descendiendo y más de $12. En términos presupuestarios, generamos un horro de US$ 2.000 millones con respecto a lo que se esperaba”, dicen en Enarsa.

Enarsa casi siempre compreró los cargamentos de gas sobre la hora. En general, esta estrategia resultó perdida para el Estado, ya que las compras a último momento suelen ser más caras que las hechas con cierta antelación. Si hay una media de los últimos 20 años, siempre el GNL fue más caro en el invierno que en el otoño. Este año es la excepción a esa regla.

La estimación de algunos especialistas locales es que Enarsa podría haber ahorrado US$ 300 millones comprando ahora, en lugar de haberlo hecho en el invierno. “Cuando se tomó la decisión de contratar un precio fijo, el precio del GNL cayó de los US$ 50 que tuvo en 2022 a los US$ 20 que vimos en este verano”. Por otro lado, los analistas energéticos internacionales advierten que los preciados bajos podrán durar pocos días más, ya que Europa podría retomar grandes compras si las bajas temperaturas se agudizaran en el invierno.

By Orencio Batista

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