El cuerpo necesita yodo para producir hormonas, ya que controlan el metabolismo y muchas otras funciones importantes.
La glandula tiroides está localizada en el cuello y produce las hormonas tiroideas que permiten al cuerpo usar energía, mantener una temperatura adecuada y ayudar a que el cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos funcionen normalmente.
De acuerdo con la Asociación Americana de Tiroides, cuando la misma no funciona correctamente puede generar un desequilibrio hormonalHay un mar produciendo demasiadas hormonas o provocando un déficit de las mismas, y dará lugar a una serie de síntomas y problemas que deben ser revisados por un médico.
Él Organización Mundial de la Salud (OMS) estimar que aproximadamente uno como 750 millones de personas padecerán alguna patología tiroidea -como hipotiroidismo (el más frecuente), hipertiroidismo, tiroiditis, cáncer de tiroides, entre otras-, de las alrededor de 6 de cada 10 lo desconocen.
Cada tratamiento debe ser personalizadopero generalmente implica respetar la medicación asignada por el profesional especializado, lograr hacer ejercicio y mantener una dieta saludable que cumpla con ciertos requisitos.
¿Qué alimentos debe evitar una persona que sufra de tiroides?
La fuente de alimentación para los problemas de tiroides dependerá de si hay una tiroides hiperactiva o hipoactiva.
Pacientes con hipotiroidismo
Los pacientes con hipotiroidismo deben seguir una dieta rica en yodo. Además, deben evitar alimentos como ensaladas crudas de col y rábanos; tomar caldos, sopas o agua resultante de hervir alimentos bociógenos; o comer soja o los productos elaborados con soja sólo aumentan la excreción fecal de la hormona tiroxina.
Paciente con hipertiroidismo
Una persona con hipertiroidismo debe mantener una dieta baja en yoddonde el mismo puede afectar el tratamiento con yodo radioactivo.
Para esto, se deben evitar ciertos alimentos como la sal fortificada con yodo; granos y cereales; vitaminas o suplementos como contengan yodo (especialmente kelp y alga roja); leche y otros productos lácteos como queso, queso, yogur y manteca; mariscos incluyendo pescado, sushi, adobos de algas; alimentos que contengan carragenina, alginato o nori; huevos; chocolate con leche (debido al contenido de lácteos); productos con soja (salsa de soja, leche de soja, tofu); Entre otros.